lunes, 31 de marzo de 2014

Textileria Mapuche

TEJIENDO EL SENTIR FEMENINO

El tejido en telar mapuche es una tarea exclusivamente femenina que si bien está destinada al uso cotidiano, esconde en sí misma una simbología solo conocida por las grandes tejedoras.


Antiguamente la misma gente tejía su ropa para vestirse, para salir o para asistir al lepún. Los tejidos se hacían en telares, los cuales se construían con madera de distintas medidas de acuerdo al tamaño de la prenda.


El telar esta formado por: una kilwa, que es un palo atravesado donde va la lana; el parampawe, que es una tablilla que baja la cruzada de la lana; el ñirewe, para apretar el tejido que se hace con madera de luma porque es más pesada y dura y por el tonón, un palo fijo que se encarga de que la lana se vuelva a cruzar y va acompañado de unos coligües que levantan lo levantan.


La esquila de las ovejas se debe realizar antes del veinte de diciembre. Se lava bien, se deja unos días al sol y después de lavarla nuevamente, la lana ya está lista para tejer» (Inés Panguilef en Las Ñañas.1999: 16)


La presente monografía pretende dar a conocer algunos aspectos técnicos fundamentales que sirven tanto para iniciar un proceso de aprendizaje de este arte como para comprender mejor este pueblo.


ARTICULOS SER INDIGENA: TELAR MAPUCHE


Textilería Mapuche


El proceso se inicia con la esquila, lavado y cardado de lana; luego, los vellones de ésta son hilados por las diestras manos de la mujer mapuche. Con su huso girando en torno a la tortera van produciendo hilos de distinto grosor, dependiendo de la prenda que se piensa fabricar. Los textiles son confeccionados en el witral.


El Witral y sus Accesorios


El witral o telar, consta esencialmente de un marco rectangular de madera formado por cuatro palos relativamente derechos que se cruzan en ángulos rectos...


Los materiales necesarios que permiten construir el telar y las herramientas que se deben usar en el tejido de la trama, serán los aspectos a destacar en esta sección.


Procedimientos para Tejer


Hasta nuestros días, la textilería mapuche se ha mantenido vigente usando antiguas técnicas de telar. La enseñanza se transmite de madre a hija como parte final de un proceso de aprendizaje general, lo que permite que antiguas vestimentas tales como: chamal, trarüwe, iwutue y trarilonko aún puedan ser visualizadas. Aquí veremos los pasos a seguir en el tejido a telar.


Diseños y Simbologías


El arte textil representa de alguna manera los misterios de la cultura mapuche los que son develados sólo por sus conocedores, «los textiles, desde los que me enseñó mi abuela, tiene un misterio que no todos pueden conocer. Las urdimbres van a expresar los elementos que están en mi contexto, cuenta la historia de donde me encuentro parada, de donde soy mapuche ... »


La Tejedora


En la estructura tradicional de la familia mapuche, gran parte de la labor de continuación y transmisión de su cultura recae en la mujer. Es así como el tejido cumple un rol de gran importancia. 

Vestimenta Tradicional Mapuche


En el arte textil tradicional destacan la confección de vestuario.




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UNA MIRADA AL PASADO


La tradición textil mapuche tiene sus orígenes en el período Precolombino. Desde las primeras crónicas y escritos coloniales, encontramos descripciones que dan cuenta tanto de la forma de vestir de los indígenas de Chile, así como de las técnicas y procedimientos empleados en su hechura. Por ejemplo, el cronista González de Nájera refiriéndose al trabajo realizado por las mujeres mapuche lo describe así: «Sus ejercicios son hilar y tejer lana de que visten en telares que arman de pocos palos y artificio. Dan con raíces a sus hilados todos colores perfectísimos, y así hacen los vestidos de varias listas, el negro para el cual no tienen raíces, lo dan muy bueno, cociendo lo que han de teñir en cieno negro repodrido».


La actividad textil estuvo exclusivamente en manos de las mujeres, fueron ellas las encargadas de vestir a su pueblo y proveer el abrigo familiar. Tejieron una gran variedad de productos como parte de la vestimenta cotidiana y también de uso ritual. Alonso de Ovalle cuenta: «...ni aún usan de aforros en ninguna de las piezas de que usan, ni ponen una debajo de otra. El calzón llega a besar la rodilla... abierto y suelto como calzón de lienzo y está inmediato a la carne, porque no usan camisa. El cuerpo lo visten con la que llamamos camiseta y ellos macuñ, que va también inmediata, y no es otra cosa que hasta una vara y media de tela de lana, hecha una abertura en medio, a la larga, tan grande cuanto basta para entrar por ella la cabeza, y ceñida luego por la cintura con una cinta o cordel, sin que tenga otra hechura o artificio; como tampoco le tiene la manta que corresponde a la cama y llaman choñi, de que usan cuando van fuera de casa...»


Respecto de la indumentaria usada en los rituales, el mismo cronista nos dice: «En sus fiestas, bailes y regocijos, aunque no añaden más vestido, se mejoran en la cualidad dél, porque guardan para estas ocasiones los vestidos de mejores colores y variadas listas y de más finas lanas y más costosos tejidos... En la cabeza se ponen en estas ocasiones unas como guirnaldas, no de flores sino de lana de diversidad de colores muy finos, en que ponen a trechos hermosos pájaros y otras curiosidades de su estimación...


Durante este período, las mujeres mapuche desarrollaron técnicas de hilado, tejido a telar y métodos tintóreos con vegetales. El incremento de esta «industria« textil estuvo vinculada a otras actividades económicas, como domesticación de camélidos y tareas de recolección, las cuales proveyeron de las materias primas esenciales para la producción textil, destinada básicamente al autoconsumo familiar . En su factura, se utilizaron instrumentos simples como el huso y el telar y dieron a sus tejidos formas sencillas y sin gran ornamentación, salvo la vestimenta de tipo ritual que presentaba una mayor variedad de diseños y colorido.


Algunos especialistas interesados en el origen y desarrollo de la textilería mapuche, han establecido comparaciones de las formas, diseños y coloridos de esta producción, con textiles provenientes de culturas vecinas que habían alcanzado un mayor grado de perfeccionamiento. Como resultado de estas indagaciones, se sostiene que la textilería mapuche habría recibido influencias de la cultura Tiahuanaco, posteriormente de la cultura Inca y también de las culturas regionales de la zona norte de nuestro país . De este modo, la incorporación y reelaboración de elementos foráneos son parte de un mismo proceso, a través del cual este pueblo logró marcar un sello y un estilo cultural que se expresa en las singularidades de su tejido.


Precisar el grado de influencia que ejercieron estas culturas en la textilería mapuche no es tarea fácil. Sin embargo, existe consenso que su crecimiento estuvo fuertemente vinculado al contacto con los españoles.


La oveja traída por los conquistadores a nuestro territorio y tempranamente adoptada por los mapuche se constituyó en la fuente de materia prima esencial para la producción textil, reemplazando completamente a la antigua lana de chilihueque (lama guanacoe o guanaco), camélido criado en pequeños piños, lo cual impidió un mayor incremento de la actividad textil. El cronista González de Nájera expresa: «Sólo había en aquel reyno una suerte de carneros... a que comúnmente llaman los nuestros ovejas de la tierra... Hay pocos destos carneros, por lo que no los tienen a manadas, criánse con regalo: aprovechánse los indios de su lana para vestirse...» . De este modo, la introducción de la oveja y la adaptación de elementos culturales provenientes del español, marcaron el inicio de lo que fue esta actividad en siglos posteriores.


Durante la colonia, la textilería mapuche alcanzó su máximo desarrollo: se perfeccionan las técnicas y aumentan los volúmenes de producción. El arte textil se vio favorecido porque no sólo se orientó al autoconsumo, sino también al comercio e intercambio permanente con los españoles. Para ponderar la magnitud que alcanzó esta actividad nos valdremos de un relato de Molina: «... los campesinos españoles del Maule recibían en los tiempos antiguos más de 40.000 ponchos al año. Estos ponchos y los demás se recogían por intercambio de mercaderías en Arauco...


Es importante destacar que el comercio e intercambio con los españoles, siempre se dieron dentro de un marco de relaciones fronterizas. Una característica de este período es el rechazo, pero también la adopción de elementos foráneos, los cuales fueron utilizados para el desarrollo de su propia «industria« textil, que adquiere una gran relevancia dentro del marco económico de la época, pues posibilitó el acceso a otros bienes no producidos por la etnía.


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